miércoles, 16 de febrero de 2011

Excelentísimo Señor Presidente



Excelentísimo Señor Presidente,

Tras una incesante serie de crueles acontecimientos y situaciones que desmaquillan la capacidad innata del ser humano para cometer barbaries, le hago partícipe de la unanimidad de esta decisión, concebida, gestada y madurada en esta mente joven y emprendedora a juicio del criterio estudiantil, con la más absoluta de las simplezas y la más arrolladora de las razones, de que no existe ni nunca existirá una doctrina impuesta por "los de arriba" que determine la libertad de opinión y la rebelde moralidad de los que caminan a pie, y que, a su vez, se haga férreo el deseo de verse cumplida dicha doctrina a pesar de su escasa efectividad en este presente y en un futuro próximo. Asimismo, le adjunto una serie de nociones básicas para que dicha doctrina sea abolida. Hágase saber:

-Que no concierne a su voz, si no a nuestras opiniones.
-Que cualquier argumento, por simple que sea, creado bajo el consentimiento de una minoría capitalista, carece de todo valor moral, ético y humano tras sus propias cláusulas.
-Que el capital no es un bien ajeno a los problemas nefastamente resueltos de este nuestro país.
-Que el patriotismo funda naciones, no nacionalistas.
-Que la publicidad exhibicionista como arma de destrucción masiva queda obsoleta frente a la fuerte unión de las masas.
-Que no todo puede comprarse y sí todo puede ponerse en venta.
-Que usted juró defender los intereses de los que, tal día como hoy, decidieron, con criterio propio y absoluto, conferirle el poder de liderar la nación.
-Que las casualidades no son productos de las frías decisiones.
-Que el tiempo juega en contra de los que luchan a capa y espada por hacerse un hueco en una sociedad que promete la gloria y cubre con ésta sus errores.
-Que las televisivas palabras se hacen permisivas y dañan la ingenua tolerancia de los que las oyen.
-Que siempre existe un lado humano y racional con el que explicar lo acaecido. No obstante, no siempre es suficiente.
-Que la facilidad con la que algo es otorgado es directamente proporcional a la facilidad con la que es arrebatado.
-Que son 48.351.532 las vidas que viven día a día a su entera disposición.
-Que usted, al igual que yo, también es ciudadano.

Un cordial saludo desde el campus.

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